lunes, 6 de junio de 2011

Capitulo 1 - El comienzo


(Narra Frank)

Acabábamos de abrir nuestra tienda, Bob y yo.
Él lo era todo para mí, mi mejor amigo, mi confidente y también mi compañero de trabajo.

Era nuestro sueño desde que eramos unos enanos, tener nuestra propia tienda, aunque nuestro sueño había cambiado un poco...
Bob colgó su chaqueta de cuero negro en la percha y dejó sus gafas oscuras sobre el mostrador.
Se dirigió a unas cajas de cartón que teníamos en una esquina de la habitación, las abrió y de ellas empezó a sacar: piensos, juguetes, huesos, collares...- en definitiva todo lo necesario para una tienda de animales - y comenzó a colocarlo en sus respectivos estantes.

-Vale, esto esta muy bonito - dije - ¿pero y los animales?
-Deben estar a punto de traerlos - contestó Bob -
Poco tiempo después apareció una furgoneta blanca de la que se bajó un hombre que se dirigió a la puerta de la tienda llamando en esta, rápidamente fuimos a abrirle.
Mientras Bob firmaba los papeles de pago etc.. yo llevaba a las mascotas a sus respectivas jaulas de cristal.
Cuando ya estaba todo ordenado, pudimos abrir la tienda.
Al ser nueva no vino mucha gente, solo unas pocas personas a curiosear, pero al estar con Bob el tiempo se me fue volando.



Después de cenar Bob me invitó a dormir a su casa, como en los viejos tiempos cuando eramos niños, además, me conocía bien y sabía que si no, al día siguiente llegaría tarde a trabajar.


Cuando llevábamos ya una o dos horas en su casa nos aburríamos tanto que decidimos salir a tomar unas copas.
Llegamos a cada de madrugada y muy pero que muy borrachos y estuvimos cantando canciones estúpidas en el pequeño karaoke que Bob tiene hasta que nos dormimos.


Al día siguiente un olor a comida me despertó. Me desperecé y me incorporé. Me dirigí hacia la cocina donde Bob estaba desayunando.
Por desgracia este trabajo  se necesitaba madrugar bastante, porque antes de abrir debíamos pasear a los perros.


Al terminar de asearnos nos fuimos a la tienda.Ya en ella Bob fue a por las correas mientras yo, me fui hacia las jaulas donde estaban Nicky y Pólvora. Paseamos por parques muy extensos, llenos de árboles que continuamente tapaban el sol.


Descansamos cerca de una fuente para que los perros pudiesen beber y en es momento Pólvora se desprendió de la correa y echó a correr cuesta abajo.


- ¡Espera Pólvora! - grité, lógicamente no sirvió para nada - Cuida de Nicky, Bob, enseguida vuelvo.


Asintió seriamente después seguí a Pólvora lo más rápido que pude.
Se detuvo en los pies de un chico bastante pálido, que se encontraba sentado en un banco, ese chico me dejo pasmado al mirarle a los ojos, eran de un color extraño pero preciosos como una mezcla de verde y marrón, su pelo negro, con un aspecto bastante despeinado que daba a entender que no debía de gustarle usar el el peine. Su manera de vestir era indefinida pero una cosa estaba segura le encantaba el negro; llevaba unos pitillos negros y una sudadera de mismo color que llevaba escrito el nombre de un grupo - que me encanta - llamado The Misfits.


- Perdón, es que Pólvora no es muy obediente - me disculpé -
- No, no pasa nada ¿es tuya?
- Es que tengo una tienda con un amigo y la estoy paseando.
- Ah - El chico no parecía muy interesado.
- Por cierto me llamo Frank. - Me presenté -
- Yo Gerard
- Encantado de conocerte, ¿vives por aquí? - pregunté con un poco de timidez -
- Si unas calles más arriba.¿Cuántos años tienes? - preguntó sin la más mínima vergüenza - Yo tengo 22
- Yo 19 - Respondí -


Bob me llamó por teléfono para decirme que se volvía a la tienda porque ya era la hora de abrir.


- Bueno Gerard, me tengo que ir.
- Vale, pero ¿me prestas un minuto?
- Claro. - Dije algo confundido -
Se sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón.
- ¿Me das tu número?
- Emm.. es el 660824362
- Vale. Te llamaré en breve, ¡adiós!
- Hasta luego
Se aproximó y me dio dos besos, se acerco bastante a mis labios, pero no intenté prestarle atención a ese acto.
Cogí la correa de Pólvora y volví junto a Bob.
Llegué a la tienda aturdido, no entendía lo que había pasado. Se lo conté todo a Bob. ¿Era amor a primera vista? No sé, pero parecía que me había encaprichado con ese chico. Cada día pasaba por ese banco, pero nada ni una señal de él, no podía evitar pensar en Gerard. Había pasado ya más de una semana y no me había llamado, tenía asumido que no volvería a saber nada de él.
Era una mañana triste y lluviosa, las gotas caían sobre mi ventana y estaba cansado de esperar.
Tenía pensado intentar dormir hasta tarde sin acordarme de él.
Cuando ya por fin estaba dormido, sobre las 11:00 de la mañana sonó el móvil. Con los ojos entrecerrados, vi que ponía en la pantalla ''número oculto'' pensé en no cogerlo por si era una de esas estúpidas compañías telefónicas suplicando cosas de las que yo pasaba, pero al tercer toque lo cogí.


-¿Hola? - Dije con la voz algo adormilada - 
- Hola, ¿Frank? soy Gerard
- ¡¡Hola!! - dije pegando un brinco de la cama -
- Había pensado quedar para tomar algo
- Vale genial ... ¿dónde y cuándo te viene bien?
- Mañana, en el banco donde nos conocimos - Dijo Gerard como si tramase algo - 
- ¡Vale! ¿A qué hora?
- A las 18:00 
- Genial, hasta mañana - Dije tímidamente -
- Adiós Frank, no llegues tarde


Con la colaboración de nuestra adorable Susana