Capitulo 2 - El ''famoso'' banco

Al colgar, sentí como mi corazón latía muy fuerte. Llamé corriendo a Bob y se lo conté todo, si, se enfadó conmigo por despertarle de su bonito y placentero sueño.

Esa tarde decidí pasarla tirado en el sofá, con mi ipod como mi único acompañante, simplemente, escuchando música, pensando en él y en lo que pasaría mañana. No tarde mucho en dormirme.

A la mañana siguiente, me desperté en el sofá, bastante dolorido, dado a que era una mierda y por lo tanto bastante incómodo.

- Mierda - dije - ya me volví a quedar dormido en el sofá - decía refunfuñando.

La verdad es que no me importaba mucho, porque estaba muy feliz, era domingo si, pero no era por eso, había quedado con Gerard y no iba a pretender que nada ni nadie lo estropease.

Miré el reloj, eran las 12:00 de la mañana, el sol se asomaba entre los grandes edificios, me dirigí a desayunar, como no había ido al supermercado desde hace bastante, tuve que conformarme con unos simples cereales acompañados de un poco de leche.

- Definitivamente Bob tenía razón, tengo que ir a comprar comida más habitualmente - dije para mi - 

Después de desayunar fui a darme una ducha. Tardé bastante, era raro en mí, pero era un día especial, asi que tenía que estar lo mejor posible. Como tampoco acostumbraba a poner muchas lavadoras, cogí lo que estaba - al menos en apariencia - más limpio.

Miré mi móvil, y me di cuenta de que Bob me había llamado no hace mucho. Rápidamente, le llamé.

- ¡Rubitooo!

- ¡Enanoooooo! - siempre era asi - 

- Bob, ¿que querías? vi tu llamada - dije más serenamente - 

- Si, es por si te venías a comer conmigo 

- Claro, como no - Dije - 

- Pues ahora te paso a buscar, asi no llegas tarde - Contesto Bob - 

- Eh! que insinúas 

- No, nada, nada - Dijo casi riéndose -

Me dirigí a vestirme rápidamente, elegí unos vaqueros rotos por las rodillas y una camiseta negra, como no.

Cuando estaba terminando de arreglarme, escuché un portazo, era Bob, él tenía las llaves de mi piso y yo del suyo.

- Bueno, ¿estas listo? 

- Claro, ¿nos vamos?

Salimos de mi casa y fuimos a un pequeño restaurante en donde solíamos comer en el descanso del trabajo, ya que no estaba muy lejos.

Al llegar nos sentamos en ''nuestra'' mesa pegada a la ventana. Empecé a imaginarme como sería esta tarde junto a Gerard - ¿Que me pasaba? no dejaba de pensar en él, enserio, ¿me podía  empezar a gustar alguien que solo conocía de un día? -. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la camarera que vino a tomar nota.

- ¿Ya teneis decidido lo que vais a pedir? - Pregunto la simpática camarera, que era una conocida nuestra, se llama Katia.


- Hamburguesa vegetariana - contesté -
- Yo, pediré, filete con patatas - contesto Bob mirandome y riéndose -


Al cabo de un rato, Katia puso sobre la mesa los platos 


- Que aproveche chicos.


Mientras comíamos, estuvimos hablando de un montón de cosas, me lo pase genial y el tiempo se me fue volando,    
tanto es así que cuando miré el reloj eran las seis menos veinte. Pagamos la cuenta, bueno, más bien Bob pagó la cuenta y éste me acompañó al ''famoso'' banco.


Nos despedimos, y me senté en el banco a esperar a Gerard.
Pasaban los minutos muy muy lentamente, me coloqué mis cascos de mi ipod sobre mis orejas y puse la música a todo volumen, me dediqué a mirar el movimiento de las nubes. Cuando de repente noté unos suaves toquecitos en mi espalda, como estaba aislado por mi ipod pegue un brinco y me di media vuelta rápidamente. Y le vi allí estaba Gerard, con un par de vasos de cafe, de starbucks claro.
Me dio uno de los cafés y se sentó junto a mi.


- Hola Frank, ¿llevas mucho tiempo esperando? es que había una cola enorme en el starbucks, y no se tu pero yo necesitaba un café, y bueno, pensé en ti y en tu cara de envidia al verme con el y te cogí uno - dijo en tono bacilón -
- Hola, no que va, llevo muy poco - mentí, entre que había llegado pronto y él había llegado un poco tarde llevaba esperando unos 20 minutos, pero me daba igual, al ver su cara se me olvidaron todos los problemas - Ah y gracias por acordarte de mi - dije sonriente 
- ¿Nos vamos a dar una vuelta? - Dijo como si tramase algo -
- Claro - asentí con la cabeza -


Gerard me cogió de la cintura acercándome mucho a él, provocando que me sonrojase. Después de estar caminando un rato, rodeados de un silencio algo incómodo, Gerard decidió romperlo.


- ¿Tienes novia?
- Eeemm, no me suelen atraer las chicas - dije sonrojandome ligeramente -
- ¿Entonces quién? - preguntó, aunque obviamente sabía la respuesta-
- Los chicos - Respondí vergonzosamente - ¿Y a ti?
- ¡Tú! - se acercó a mi mas de lo que estaba y juntó sus labios con los míos-
Le empujé sobresaltado, quería que lo hiciese, pero me había asustado, cada momento que pasaba con este chico, descubría que carecía de vergüenza alguna.


- ¿No te ha gustado? - Me dijo este provocativamente -
- No ... emm .. si .. es que no me lo esperaba - Respondí nerviosamente - 


Se acercó nuevamente a mi, con esa sonrisa que me mataba, me cogió de la cintura, me acarició la mejilla acercando mi cara a la suya, mis labios a los suyos. Me besó, lentamente, entreabriendo su boca para dar paso a nuestras lenguas, que se entrelazaban y jugueteaban entre ellas. Empezó a morderme el labio - me encantaba - . Cuando de repente se separó de mí, cogió mi mano y me condujo hasta su coche. Me abrió la puerta del copiloto en señal de que pasase, y él se dirigió al asiento del conductor. Me miro con lujuria y empezó a acariciar mi entrepierna. Cuando me estaba esperando el siguiente movimiento, paró en seco, se apartó de mí y arrancó el coche.


- ¿A dónde vamos? - pregunté intrigado
- A mi casa, no quiero que se convierta en una escenita pública ya sabes - Se rió, yo también, nos empezamos a reír al unísono. 


Me abroché el cinturón, y me dediqué a que deteniese el coche indicando la llegada a su casa.
Pasados unos minutos, Gerard detuvo este y fuimos hasta la puerta del portal. Vivía en un bloque de apartamentos, que, normalmente era ocupado, por los estudiantes que iban a la universidad, ya que estaba cerca de esta y no eran muy caros.
Nos metimos en el ascensor y Gerard pulsó el número 8 el ascensor era pequeño y antiguo, por lo que iba bastante lento y este nos obligaba a estar algo pegados el uno al otro.
Nos mantuvimos inmóviles, sin ni si quiera mirarnos durante todo el trayecto que no fue rápido.
Cuando las puertas se abrieron y me disponía a salir, Gerard se abalanzó sobre mí empujándome a lo que supongo que sería su puerta.
Empezó a besarme y con tiento mientras lo hacía abrió la puerta de su casa y me empujo a ella. Me siguió empujando hasta su habitación, tan rápido que ni si quiera pude ver un detalle de la casa. Me tiró sobre su cama quedando él encima de mí.
Nos empezamos a besar lujuriosamente mientras nuestros cuerpos se rozaban unos con otros.
Paro un instante, y me quitó la camiseta y yo para no ser menos se la quité a el también, continuamos besándonos, el continuó por mi cuello y yo me agarré a su largo, negro y enredado pelo.
Me empezó a desabrochar los pantalones y me los bajó, cuando por fin parecía que realmente iba a pasar algo entre nosotros dos - si era muy inconformista - escuchamos un ruido que provenía de la puerta de entrada. Rápidamente Gerard puso una expresión de asco y dijo


- Mierda ... se me olvidó ...


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heeee que os pareció ? :) intrigantee ^^ 
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